Hace unos días, este gobierno de izquierda, ha presentado a consideración del parlamento un proyecto de ley que tiene como objetivo el derogar la llamada “Ley reservada del cobre”, que entrega aportes monetarios directos a las FFAA para la adquisición de material de guerra, cambiándola por un sistema de financiamiento plurianual, con horizonte temporal de hasta 12 años según se dijo, con una evaluación y aprobación anual de dicho presupuesto.
De partida resulta muy curioso, que se presente este proyecto en momentos que el precio promedio del cobre, aún con el ajuste de inflación, sea uno de los más altos de la historia, y por lejos uno de los más altos desde que existe. La referida ley 13.196, fue promulgada el 1 de enero de 1958, durante el segundo gobierno de Carlos Ibáñez del Campo, que estipulaba un impuesto de un 15% de las utilidades del cobre, para la compra de material de guerra, independiente de la contingencia política. Luego durante la administración de Eduardo Frei Montalva, se redujo el aporte a un 3%. Finalmente, durante la presidencia del general Augusto Pinochet, se estableció la entrega del 10% del total de las ventas de cobre al extranjero y sus subproductos por parte de Codelco, fijándose un monto mínimo de 180 millones de dólares. Si no se alcanza a cumplir dicha cifra, el Fisco debía asumir la diferencia.
El primer efecto práctico del nuevo sistema propuesto, es la inmediata reducción de un 30%, del presupuesto de las FFAA, según los señalaron a la prensa, los ministros Allamand y Larraín, al momento de ser firmado el proyecto, claro que con el típico leguaje torvo, malicioso, cobarde y canalla, que es la marca de agua de este gobierno de izquierda y su coro de oportunistas, disfrazaron esa reducción diciendo que las FFAA mantendrían a los menos un 70% de su presupuesto.
Este gobierno de izquierda, nos sorprende cada día con sus nuevas medidas e ideas, que nos dirigen cada vez más cerca de un país decadente como la Argentina de los kirchner, que al club de países desarrollados como Australia o Japón. Eso ya no nos sorprende, pero en este caso, a mi me ha superado el nivel de estupidez, cobardía, negligencia, falta de cultura, irresponsabilidad, imbecilidad e incompetencia que demuestra este gobierno de “excelencia”, formado por amigos, miembros de la misma estirpe, que las elites de la “oposición”. La decadencia de la casta política que nos gobierna desde 1990, ha sido con toda claridad expresada en este asunto, por que al final, en el último momento, a ellos, ni a sus familias ni cercanos les importa, pues no sufrirán las consecuencias de sus traicioneras acciones. Distinto es el caso de los demás chilenos normales, aquellos que tienen 2 dedos de frente y repudian a los simios zurdos destruyendo las ciudades y no forman parte de los privilegiados del sector oriente de Smogtiago, cuna de la mayor parte de ese 15% de chilenos sin carga genética indígena.
Yo no puedo negar que nuestras FFAA tienen graves falencias, como por ejemplo:
1. La inexistencia de una Agencia de Defensa, que coordine tanto la logística de las FFAA, en cuanto a la adquisición y mantención de medios, como los procesos de I+D, y supervise las empresas de defensa fiscales.
2. La carencia de medios navales (superficie y submarinos) y aéreos adecuados y suficientes, al tamaño del País, teniendo en cuanta la tri-continentalidad de nuestra situación.
3. La carencia de reservas entrenadas, y la pérdida de la inversión realizada por el Estado en la capacitación militar de los Soldados.
4. La carencia de un servicio de Inteligencia y contra Inteligencia Militar conjunto.
5. Un creciente gasto en el ítem de pensiones.
6. La inútil creación del Jefe de Estado Mayor, una copia sin sentido de instituciones de países con doctrinas de agresión.
7. La incompetente redistribución de unidades del Ejército, causa de la lenta movilización de fuerzas para el terremoto del 27.02.2010.
8. Multiplicidad de organismos para las mismas funciones, etc., etc.
Y aún sin solucionar estos problemas, se pretende de un plumazo recortar en un 30%, el presupuesto de las FFAA, ¿qué clase de imbéciles piensan de esta manera?, solo un tipo, los que no entienden, ni tienen interés en entender, que puede significar el reducir de forma criminal el presupuesto de defensa de un Estado, que ignoran la historia propia y ajena, por que viven de forma permanente en una burbuja, en su pequeño y endogámico feudo de Smogtiago Oriente.
Yo me opongo a la derogación de la ley 13.196 y la reducción del 30% del presupuesto de las FFAA, porque,
1. Recuerdo bien que para los años 1974 y 1978, muchos de los fusiles y piezas de artillería con que se contaba, eran anteriores a la primera guerra mundial.
2. Recuerdo bien que muchos de los aviones y naves de guerra, estaban en tierra y puerto, por falta de repuestos e insumos.
3. Recuerdo bien que esos no fueron los únicos años peligrosos, recuerdo las décadas de los 20, 40, 60 y 1982.
4. Se que nadie puede afirmar que en 5, 10 o más años las amenazas vecinales no revivirán con más fuerza.
5. Se que nadie puede confiar su vida y de sus hijos a las promesas y tratados firmados por las clases políticas, que gobiernan los países de la región.
6. Se que nadie puede asegurar que no tendremos una amenaza extravecinal, como ya se ha teorizado por algunos destacados Mayores Generales del Ejército, hoy en retiro.
7. Y si el día de mañana sucede lo innombrable, seremos nosotros los llamados a marchar, y no Allamand, que podrá comerse una centolla tranquilamente en alguna ciudad de USA, cuando las balas corran y las bombas caigan, y los muertos seamos nosotros y no los causantes del desastre, que ellos, como las ratas, serán de las primeras en abandonar el barco, y estarán listos luego para apuntar con sus cobardes dedos por el resultado de lo innombrable.
Es fácil reducir un 30% del presupuesto de la FFAA, cuando no será tu pellejo el que se expondrá a las consecuencias, es fácil ser cobarde, es fácil ser Allamand.
No hay comentarios:
Publicar un comentario